Allá por 2005, Safari, el navegador nativo de Apple, incorporó una innovadora característica: la navegación privada. Se trata de una modalidad que no deja rastro de las páginas que se visitan ni almacena las siempre sospechosas ‘cookies’. Y, aunque en primera instancia pasó sin pena ni gloria para los usuarios, no fue así con sus competidores. Google sería el primero en adherirlo aChrome en 2008, y un año después, Microsoft y Mozilla lanzarían nuevas versiones de sus navegadores con capacidades de privacidad.
Las combinaciones de teclas para abrir una pestaña en modo incógnito son: Control + Mayúsculas + N para Chrome; Control + Mayúsculas + P para Explorer/Firefox y Comando + Mayúsculas + P para Safari bajo entorno OSX. Sigue leyendo